jueves, 11 de diciembre de 2014

Pasión por la Sacher



Fina, delicada y con un toque aristocrático. Su presencia impone respeto y admiración, produce placer con solo nombrarla y son muchos los que suspiran por ella.

Una de las tartas que no puedes perderte si te gusta el chocolate es la tarta Sacher.



La tarta Sacher o Sachertorte es una tarta de chocolate típica de Austria y seguramente la más conocida del mundo. Consiste en dos planchas de bizcocho de chocolate separadas por una fina capa de mermelada de albaricoque y recubiertas por un glaseado de chocolate negro.






Se trata de una tarta con historia. Nace de las manos de un aprendiz de repostería llamado Franz Sacher, el cual la creo a principios del siglo XIX (1832) con motivo de una cena muy importante en la que el príncipe Klemens von Metternich quiso impresionar a sus invitados. La tarta fue todo un éxito y Sacher recibió grandes elogios.La tarta fue haciéndose cada vez más conocida pero manteniéndose siempre su fórmula en secreto. Los años transcurrieron y Franz Sacher ya jefe de cocina abrió su propio negocio donde la tarta Sacher tenía un lugar privilegiado, lo que la hizo popular en toda Viena.










 Su hijo Edward Sacher continuó la labor de su padre y tras especializarse en la pastelería Demel donde perfecciono la receta de la tarta decidió comprar un palacio en Viena, que está ubicado en Philarmonikestrasse 4 detrás de la Casa de la Opera y transformarlo en un hotel, el Hotel Sacher, donde la tarta se convirtió en su emblema. En 1934 con la quiebra del hotel, los herederos Sacher vendieron los derechos de distribución de la receta Sacher a la pastelería Demel. 




Años después los nuevos propietarios del hotel comenzaron a vender la tarta bajo maraca registrada "Original Sacher Torte". Esto provoco una serie de disputas legales entre el famoso hotel Sacher y la pastelería Demel que duraron años. Finalmente se llegó a un acuerdo, el hotel tendría el derecho de llamar a sus tartas "Original Sacher Torte" y la pastelería tendría el derecho de un pastel llamado "Edward Sacher torte". Ambas son similares pero con ligeras diferencias, la tarta incluye la mermelada en el centro del bizcocho, mientras que el pastel lleva la mermelada justo debajo del glaseado.


Siguiendo la tradición, la receta verdadera no se ha dado nunca a conocer, sigue siendo un secreto, lo mismo que pasa con la fórmula de Coca Cola, por lo tanto todas las recetas que hay de la tarta son imitaciones pero ninguna es la autentica.La receta original permanece en una caja fuerte y solo unos cuantos empleados del hotel han tenido el privilegio de verla. Se calcula que se fabrican unas 360.000 tartas Sacher al año en el hotel Sacher, conociendo estas ventas  y las ganancias que generan se entiende la disputa legal producida anteriormente . Hoy en día siguen los mismos pasos desde su creación, desde cascar el huevo hasta el glaseado final de chocolate, seguido de su embalaje en cajas de madera para su envío.


Y además han sido tan estrictos en mantener para sí ese tesoro, que todo aquel que exponga la tarta, le debe poner el nombre Sacher para que nadie olvide quien fue su creador. 


Es una tarta con tanta historia que hasta tiene su propia composición musical, Rostropóvich encargó una obra para violonchelo que tuviera como tema las seis notas que ,en notación germánica, forman el nombre de es-a-c-h-e-re (mi bemol, la, do, si, mi y re).



Después de esta clase de historia cuando veas una tarta Sacher solo podrás imaginarte sentado en el coqueto Café del lujoso hotel Sacher de Viena, ante una porción de esta deliciosa tarta y acompañada de un café vienés típico, el mélange, un café con leche con una especie de nata, observando algún cuadro de Sisi y con música de valses de fondo.


 

 Pero no os preocupéis que también puede salir de vuestra cocina y dejar satisfecho al paladar más exigente. En mi casa es una de las preferidas, el primer día te gustara pero si consigues que te quede algún trozo para los días siguientes te acabaras enamorando de ella y es que es una tarta que gana con el paso de los días, el glaseado de chocolate que cubre la tarta te permitirá que se conserve más fácilmente.



Ingredientes:

-Bizcocho:
.200 gr. de almendras crudas
.4 huevos L
.210 gr. de azúcar
.250 gr. de leche
.220 gr. de aceite de girasol
.150 gr. de cacao en polvo
.100 gr. de harina
.1 sobre de levadura
.pizca de sal

-Ganache:
.150 gr. de chocolate negro
.240 gr. de nata de montar
.25 gr. de miel
.50 gr. de mantequilla
.1 bote de mermelada de albaricoque

-Glaseado brillante
.5 láminas de gelatina
.120 ge. de nata de montar
.170 gr. agua
.130 gr. de azúcar
.75 gr. de cacao en polvo



Preparación en thermomix:

Bizcocho:

-Moler la almendra 20 seg. velocidad 5,7,10.Reservar.
-Sin lavar el vaso, huevos y azúcar con mariposa 4 min. 37º, velocidad 4 y otros 4 min. sin temperatura.
-Añadir el resto de los ingredientes y la almendra molida, 20 seg. velocidad 6.
-Hornear en el horno precalentado a 180º durante 50 min. apagar el horno y dejar dentro unos 10 min. más.
-Dejar enfriar y desmoldar. Conviene hacerlo el día anterior para ganar tiempo.



Ganache:

-Chocolate negro troceado, nata, miel y mantequilla 3 min.50º, velocidad 2. Que quede todo bien fundido, dejar enfriar.


-Corta el bizcocho en tres discos, pon encima de uno la mermelada, luego otro disco y parte del ganache, el tercer disco y cubre con el resto del ganache. Deja enfriar hasta que quede opaco.




Glaseado brillo:

-Remojas las láminas de gelatina en agua fría.
-Sin lavar el vaso del ganaché, nata, agua, azúcar y cacao, 5 min. 100º, velocidad 4.
-Añadir la gelatina bien escurrida 1 min. velocidad 4. Dejar que espese mientras se enfría, removiendo de vez en cuando para que no forme costra.
-Cubrir la superficie de la tarta y dejar que caiga por los bordes, hasta que quede totalmente cubierta. Dejar enfriar, quedara completamente brillante, toda una delicia.



Y por último pon Sacher en homenaje a su autor.



Disfrutarla con calma porque toda ella es un placer.







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