martes, 14 de abril de 2015

Empanada de Bacalao y Pisto


¡Abracadabra y conviértase el pan en suculenta empanada!
Bendito aquel al que se le ocurrió algún día la genial idea de convertir un pan en una rudimentaria empanada.


Además que nos permiten aprovechar cualquier carne o pescado que tengamos ya guisados con anterioridad. Yo he utilizado un bacalao con pisto que tenía ya preparado y del que nos había sobrado unos cuantos trozos y quería darles una salida distinta, para así no repetir plato.

La empanada de bacalao es una de las grandes preparaciones que existen en Galicia que es la tierra de las empanadas por excelencia. Allí podemos encontrarlas además de bacalao, de bonito, de carne, de vieiras, de pulpo, incluso de lacón con grelos.


No se sabe muy bien cuando surgieron, sabemos que fue en la Edad Media y hay referencias en el libro "De la comida y otras sensualidades" de Ramón Tejeiro de que la empanada gallega ya se realizaba en la época de los godos del siglo VII, ya que se han encontrado normas para su elaboración. Era un alimento idóneo para los viajantes ya que protegía a los alimentos como la carne y el pescado del polvo de los caminos y además al estar ya cocinados duraban más tiempo.



"Dicen que por aquél entonces, allá por el siglo XII, los peregrinos sabían que estaban ya llegando a Santiago de Compostela cuando desfallecidos y hambrientos desde los montes cercanos sentían ya el agradable olor de las empanadas, de pan y vieiras... convirtiéndose así la empanada en una nueva y sabrosa guía del camino y siendo un aliciente para el peregrino."



Nos podemos hacer buena idea de la importancia de la empanada en aquella época ya que hay imágenes de estas talladas en el Pórtico de la Gloria de la catedral Compostelana. El gran maestro escultor Mateo decidió plasmarla en el arco derecho de dicho pórtico, que es donde se sitúa a los pecadores penitentes que estaban en el infierno. Podemos ver un penitente con una soga al cuello que está intentando comerse una empanada, quizás sería condenado por gula, eso ya no lo sabemos.




También se encuentran esculturas de comensales comiendo empanadas en el Palacio de Gelmiréz, también en Santiago.

Seguramente estas representaciones escultóricas sean las empanadas más antiguas que se conocen, y a la mayoría de los visitantes y peregrinos que visitan Santiago de Compostela les pasaran desapercibidas, por lo menos yo no las vi en su momento ya que desconocía de su presencia, de haberlo sabido antes seguro que las habría buscado.


Todo esto nos hace pensar que dichas empanadas eran consideradas un manjar que gustaban tanto a peregrinos como a nobles y que estuvieron presentes en más de un banquete de la época.




Ingredientes:

.2 láminas de hojaldre
.300 gr. de bacalao
.300 gr. de pisto
.1 huevo

Preparación;

-Coge el bacalao con pisto que tengas ya preparado con anterioridad.


-Desmiga los trozos de bacalao.


-Estira las láminas de hojaldre.


-Pinchas las láminas con un tenedor para que la masa no suba.


-Coge el pisto y pon una capa de este sobre el hojaldre.


-Añade el bacalao desmigado.


-Cubre con la otra lámina de hojaldre y cierra los bordes haciendo pliegues a la masa y apretando con ayuda de un tenedor.


-Pincela la empanada con huevo batido y haz un agujero en el centro superior de la empanada (como si fuera una chimenea) para que salga el vapor de los ingredientes al hornearse.


-Meter al horno a 180º unos 35 minutos.


Lista una empanada de bacalao muy jugosa y sabrosa. Si quieres suavizar el sabor del bacalao puedes añadir a este unas pasas, en mi casa la preferimos sin estas, pero la receta original si las lleva.


Y recuerda que puedes comerla tanto fría como caliente, para gustos los colores.




No hay comentarios:

Publicar un comentario